Juanjo Moscardó Rius

El cine español estuvo presente en Cinequest, el festival que celebra al cine en Silicon Valley, con la proyección de Amor en polvo, una comedia romántica y sexual protagonizada por una de las figuras de La casa de papel, Enrique Arce, junto a Macarena Gómez, Luis Miguel Segul y Lorena López. Allí estuvo su co-director, Juanjo Moscardó Rius, un veterano guionista de la televisión que hace aquí su debut al frente de un largometraje (junto a Suso Imbernón). Hablamos con Juanjo sobre la divertida historia de una pareja que quiere revivir su vida íntima incursionando en el mundo de los swingers, pero termina descubriendo que el sexo muchas veces es un reflejo del amor, y también sobre el estado del cine valenciano, ya que Amor en polvo fue producida y rodada en la tercera ciudad española, y tiene una versión hablada en el idioma local.

¿Te parece que lo que propone la película es un tema que puede ser entendido en todas partes del mundo?

Sí, yo creo que sí. Además, si bien la película trata del intercambio de parejas, de una de ellas que quiere ver qué tal es, al final la película termina hablando de amor, de celos, de amistad, de temas universales que todo el mundo puede empatizar con ellos así que, en ese sentido, a nivel temático, sí que puede llegar a todo los públicos. Con las otras guionistas que son María Laura Gargarella de Argentina y María Mínguez de España hemos intentado hacer algo que guste a todos así que hay bastante público potencial. Nos hemos basado mucho en comedias independientes americanas y se nota que son nuestros referentes.

¿A Enrique Arce lo contrataste antes de La casa de papel o después?

Quique ya había hecho la primera temporada de La casa de papel, estábamos ensayando cuando se estrenó y no había tenido éxito en España en ese momento hasta que se estrenó en Netflix, sobre todo en Argentina, Brasil, Holanda y Francia donde fue impresionante. Después nos fuimos dando cuenta que día a día que pasaba lo iba reconociendo cada vez más gente por la calle, sobre todo los extranjeros y era muy gracioso porque en realidad Macarena es la más conocida de los actores dado que está en La que se avecina, la serie más vista en España de estos últimos 12 años, y es complicado salir con ella pero Enrique, si bien tiene una extensa carrera, no era de los artistas que la gente va parando por la calle. Hay un antes y un después de La casa de papel, ahora está en un momento muy dulce.

Tu llevas muchos años trabajando como guionista pero este es tu primer trabajo como codirector de un largometraje. ¿Qué es lo que has descubierto del paso del guión a filmar lo que está escrito?

Pues la verdad descubres que lo que está escrito parece fácil y después no lo es. Sacar del guión una frase, así como quien no quiere la cosa, por ejemplo “y le miran enamorado” y hacer ese “y le miran enamorado” es muy complicado así que aprendes que todo hay que trabajarlo muy bien. Yo había dirigido un corto en el 2010 y me sirvió mucho. En esa época trabajaba solo en escenas de televisión, con telenovelas, sus capítulos de diálogos, y en el cine te das cuenta lo importante que es contar en imágenes. El guión tiene que estar muy bien armado, sobre todo en comedia que todo tiene que encajar a la perfección como un reloj suizo, para que no decaiga el ritmo y en nuestra película todo está dirigido de manera muy natural, muy fresca, hay improvisación, pero todo está en el guión o salió de los ensayos con los actores. En ese sentido fuimos muy fieles al texto y las variaciones que hubo se dieron gracias a Enrique Arce, Macarena Gómez, Luis Miguel Seguí y Lorena López que profundizaron en sus personajes y lograron encontrar algunas perlas y escenas muy chulas que incorporamos en el rodaje.

¿Cómo surgió la idea de hacer esta película?

La idea la empezamos a escribir con María Laura en el 2009 durante la crisis económica mundial, cuando era muy difícil levantar la película, y lo curioso es que lo que intentamos hacer en un principio, cuando no estaba ni el tema ni nada, era hacer una película barata, que fuera fácil de producir y nos pusimos como límite 4 actores y 2 espacios. Yo quería contar esas historias que hablan de amor y de sexo, tratar el tema que en la sociedad está muy integrada a la idea de que el sexo y el amor al principio tienen que ir de la mano, si es mejor o peor el sexo sin amor, si estás enamorado de una persona o de dos, poder tener sexo con una persona, pero estar enamorado de otra, esos temas que a mí siempre me han atraído y a María Laura también le gustaban, sobre todo porque es una gran fuente de comedia. Y a María Minguez, que es la tercera guionista y que entró en la segunda etapa y le dio un empujón muy grande al proyecto, también le gusta mucho la comedia. Era muy importante para mi escribirlo con una parte femenina, que en la escritura estuviera muy presente el punto de vista de ambos sexos, algo que se nota en la película, al tratar temas como el amor, el sexo y la amistad era muy interesante poder discutir que le gusta o no a la mujer y lo mismo para los hombres y así se fue enriqueciendo el guión.

 

¿A la hora de filmarla resultó tan barata como esperabas o no?

Sí porque si bien tuvimos un presupuesto ajustado nos permitió hacer bien la película. La producción fue muy profesional. Pensábamos rodar en 13 días, pero al final fueron 17 porque hicimos doble versión, la mitad de la película fue rodada en valenciano y la otra mitad en castellano, eso quiere decir que hicimos como se hacía antiguamente a veces, de grabar en dos idiomas, la misma toma en castellano y después la otra toma se rodaba en el otro idioma. Después se montan como dos películas que cuentan lo mismo pero no son exactamente iguales y estuvo muy bien porque para ser la primera película que rodamos tuvimos la oportunidad de mejorar, que no siempre tienes la posibilidad de hacer eso. En una semana tuvimos la posibilidad de ver y a la semana siguiente de hacer tomas nuevas sobre aquellas que hubieran salido mal o probar cosas distintas, fue una suerte muy grande lo de hacerla en los dos idiomas, complicó mucho a la producción pero a la vez creo que en el resultado final de la película se nota y está muy bien.

Hay un cine vasco, un cine gallego y un cine catalán pero cuéntame del cine valenciano, ¿hay una industria local?

En Valencia estamos luchando para que se nos empiece a oír como se oye el cine vasco, o gallego, o el andaluz que están muy potentes y el catalán por supuesto, pero en Valencia hay una industria porque hay una televisión autonómica que fomenta la lengua propia, el valenciano, que surge alrededor de la televisión. La idea es armar proyectos que no sean solo para Valencia, sino que tengan una proyección nacional y después internacional, de ahí que nosotros en vez de solo rodarla en valenciano decidimos hacer la doble versión, porque es verdad que sobre todo la comedia viaja mejor en versión original que no doblada.

¿Por qué todavía no se ha estrenado en España?

Tenemos la fecha de estreno para el 22 de mayo, estuvimos en octubre en Abycine, un festival de cine independiente muy conocido en España, y a raíz de ahí hemos ido a más festivales, hemos tenido la suerte de estrenar aquí en Cinequest y después vamos a dos más. La idea es intentar que Amor en polvo se vea lo máximo posible para tener un poquito más de repercusión cuando sea el estreno nacional ya que es una película muy pequeñita que no tiene mucho presupuesto para publicidad y así permitir que los espectadores la conozcan y puedan optar por ir a verla. Ninguna semana del año es buena para estrenar porque siempre hay muchísimos estrenos pero creemos que esa es una buena fecha para nosotros que aún no es verano, donde hay más competencia, y además la comedia suele funcionar mejor en primavera.

¿Tu dirías que la comedia es el género más difícil a la hora de armar un guión?

Pues, puede ser el género que más necesite mayor reescritura en cuanto a pulido o diálogos, sí que es verdad que no permite una bajada de ritmo o que se estanque la película. Hay otros géneros que admiten un tempo más lento, puedes tener un final más potente y un principio no tanto que en la comedia no se puede porque la misma tiene que ser un reloj, que sea interesante, que haya una broma tras otra y un “in crescendo”. Muchas comedias empiezan muy bien y luego se desinflan porque realmente la premisa no da mucho de sí entonces es muy difícil mantener ese desarrollo cómico. Lo bueno que tiene nuestra película es un final que la gente no se espera, un tercer acto que es muy divertido. El espectador termina recomendándola porque mantiene una sonrisa, va descubriendo cosas, secretos y ese tipo de giros que van complicando la trama y lo deja cada vez más cautivado.

¿Tuviste que investigar en el mundo de los swingers?

Investigamos mucho porque era un mundo que no conocíamos, nos hacía mucha gracia como premisa, como detonante. Luego empezamos a documentarlo a través de una página de contactos swingers que publicaban artículos muy buenos que se transformaron en el decálogo o reglas para intercambiar parejas, qué cosas se pueden hacer o no, cómo son los clubes de intercambio, si es mejor hacerlo con amigos o quedarse en casa, además incluían entrevistas y artículos con todos los pros y contras, así que como también soy productor se me ocurrió escribirles y finalmente terminaron aportando dinero para la película y gracias a eso pudimos hacer la doble versión.

¿Cómo fue que te interesaste en meterte en el mundo del cine y la televisión?

Porque es muy sencillo: ¡me gusta mucho! Soy un gran espectador desde que tengo conocimiento, me gusta mucho ir al cine, sigo yendo siempre que puedo, últimamente con tanto trabajo y teniendo un hijo ya no es igual y no voy todas las semanas, pero me gusta mucho. Siempre me interesaron demasiado el cine y la televisión y el final esa pasión salió a la luz. Yo en realidad soy ingeniero en telecomunicaciones pero al terminar la carrera quería al menos hacer un máster de guión y probar un poco de suerte antes de trabajar en la ingeniería, que no me motivaba mucho. Tuve suerte porque al estudiar el máster, ya salí con un trabajo profesional para una telenovela y fui enganchando una cosa tras otra y nunca he tenido que trabajar de ingeniero y espero no tener que hacerlo. Por ahora me ha ido bien y estoy contento de poder desempeñarme en algo que me apasiona como es lo audiovisual.

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